La recuperación explosiva del turismo tras la pandemia ha propiciado que el número de viajeros en el mundo haya recuperado los niveles prepandemia (cifrados en 1.400 millones de turistas en 2019 según la Organización Mundial de Turismo) con España como el principal país receptor beneficiado, ya que cerró el pasado ejercicio con 85,1 millones de turistas, estableciendo un nuevo máximo histórico. Un hito que ha coincidido con los primeros brotes de rechazo al turismo en Canarias o Baleares por el impacto negativo que el turismo masivo está teniendo en las condiciones de vida con miles de pisos turísticos en el centro de las ciudades, en los precios de la vivienda y en el acceso a la misma para los residentes. Todo ello ha generado un debate intenso entre los destinos sobre cómo gestionar o limitar ese turismo masivo.

Un informe elaborado por Google y Deloitte echa más leña al fuego sobre aquellos que discrepan con el actual modelo turístico de España y anticipa que España se convertirá en 2040 en el país más visitado del mundo, con 110 millones de viajeros extranjeros, superando a Francia, que se quedará en 105 millones, y a EE UU, con 100 millones. El turismo de revancha dejará de ser un fenómeno ligado en exclusiva al impacto negativo generado por la pandemia y se convertirá, según el estudio, en una tendencia estructural, priorizando los viajes sobre cualquier otro gasto.

Dentro de 16 años, el número de turistas que viajen por el mundo crecerá hasta los 2.400 millones, lo que supondrá un aumento de 1.000 millones por el empuje de las clases medias en todo el mundo y en especial de los países emergentes, ya que muchos de ellos entrarán en el top 10 de emisores y receptores de turistas en detrimento de la mayoría europea que copa ambas clasificaciones en la actualidad.

turismo españa

En cuanto a los emisores, China será el más importante en 2040, con 310 millones de residentes viajando por el mundo, seguida por EE UU, con 260 millones, y Reino Unido, ya muy detrás, con 145 millones, la misma cifra de turistas que aportará India. Rusia, Corea y Pakistán también se colarán en el top 10, con 60 millones las dos primeras naciones y 35 millones la tercera.

El cambio también será traumático entre los grandes destinos turísticos en el mundo. Al margen de España, Francia y EE UU, las restantes siete posiciones entre los diez primeros muestran cómo los países emergentes no solo emitirán viajeros, si no que se convertirán en destinos para millones de personas. De ese modo, el estudio anticipa que China, México e Italia empatarán en la cuarta, quinta y sexta posición del listado, con 90 millones de viajeros, seguidos muy de cerca por Turquía (85), Arabia Saudí (80) y Tailandia (75). “Ese nuevo escenario conlleva implicaciones en tres palancas principales. Los operadores de viajes deben adaptarse a la aparición de nuevos mercados emisores, al auge de las nuevas tecnologías y los requisitos ESG. La segunda son los modelos de negocio, en los que jugarán un papel clave la flexibilidad, la hiperpersonalización y la reconfiguración de la industria. La tercera palanca la conforman los mecanismos de cómo las empresas del sector interactúan con una fuerza laboral resiliente, con los algoritmos y la automatización y con los nuevos centros de gravedad financiera”, señala Jorge Gilabert, socio de Monitor Deloitte

El proceso de concentración de los turistas en pocos destinos, como sucede en la actualidad en enclaves europeos como París, Roma, Florencia o Venecia, irá empeorando con el paso del tiempo, tal y como avanza el informe.

Europa seguirá recibiendo al 47% de los turistas mundiales (1.120 millones), mientras que la región de Asia Pacífico acogerá a 640 millones, un 27% del total.

El estudio de Deloitte y Google afina más el análisis y concluye que el 45% del total de viajeros de todo el mundo se concentrará en cuatro destinos clave: los países del Mediterráneo (480 millones), sudeste asiático (255), Oriente Medio (175) y Caribe (145). “Con estas transformaciones en el sector, se hace más imprescindible que las empresas cuenten con las herramientas adecuadas. De hecho, gracias a tecnologías como la inteligencia artificial, tienen la oportunidad de poder definir mejor su estrategia a futuro.

El uso de este tipo de soluciones no solo les va a aportar una mayor eficiencia y productividad en sus procesos, sino que también va a contribuir a un desarrollo más sostenible del turismo ofreciendo datos relevantes tanto para empresas como para personas usuarias”, asegura Maialen Carbajo, directora de Travel Retail and Aggregators de Google España.