Puerto Nariño (Amazonas), Jardín (Antioquia), El Cocuy (Boyacá), Orocué (Casanare), Sesquilé (Cundinamarca), Paicol (Huila), Murillo (Tolima) y El Cairo (Valle del Cauca) fueron seleccionados por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para representar a Colombia, el país de la belleza, en los Best Tourism Villages de ONU Turismo.

Este concurso reconoce a los mejores pueblos para el turismo rural alrededor del mundo que hacen de esta actividad un modo de desarrollo y generan nuevas oportunidades de empleo e ingresos. El año pasado el municipio de Zapatoca, Santander, ganó el concurso como uno de los mejores para el turismo rural en el mundo.

Malecón Orocue Casanare, Foto; Periódico Hoy es Viernes

La competencia premia a los municipios que preservan y promueven los valores y los productos de la comunidad.

El Mincomercio realizó la convocatoria el pasado mes de marzo cuando invitó a las entidades municipales del país a presentar sus destinos turísticos rurales. Recibió 117 postulaciones, de 19 departamentos que fueron evaluadas por un comité técnico del Viceministerio de Turismo, el cual eligió a sus nominados.

Rio Meta, desde el malecón de Orocue Casanare; Foto : Periódico Hoy es Viernes

El viceministro de Turismo, Arturo Bravo, destacó que “los pueblos exponentes de nuestro turismo rural postulados este año cuentan con los atributos para posicionar a Colombia como un destino sostenible, inclusivo y diversificado, en armonía con la vida de las comunidades locales”.

 Orocué está localizado sobre la llamada Cuenca de los Llanos Orientales, la cual está constituida por espesos sedimentos terciarios y cretáceos apoyados discordantemente sobre un Paleozoico reconocido en algunos pozos y constituido por areniscas, cuarcítas y arcillolítas depositadas en un medio marino de plataforma epicontinental, estos sedimentos se encuentran totalmente cubiertos por sedimentos aluviales del cuaternario.

Foto: Periódico Hoy es Viernes.

Los depósitos cuaternarios que afloran en el municipio de Orocué están constituidos principalmente arcillas limos, arenas y gravas. El sector más oriental de la planicie aluvial estos materiales ha sufrido redistribución eólica en algunos sectores marginales al río Meta.
La geología económica del subsuelo de Orocué está​ representada por la explotación de pozos petrolíferos ubicados en predios del Municipio, que se extraen del Yacimiento petrolero de la cuenca de los Llanos Orientales, de los estratos de las formaciones Carbonera, Mirador, Barco y Guadalupe, que en la actualidad están siendo explotados por compañías multinacionales, como PERENCO, MOHAVE, HUPECOL Y OTRAS de cuya producción se beneficia el municipio con las regalías La riqueza hídrica es una de las principales características del Casanare y por ende del municipio de Orocué, abundantes ríos y caños conforman una intrincada red de drenaje en ​la que se destacan algunos ríos y caños como: El Cravo Sur, El Meta, los Caños Guanapalo, Duya, Tújua, San Miguel, Güirripa, El Caimán, Macuquito, Guariamena y otros menores, los cuales se originan en su mayoría aguas arriba del área municipal en el piedemonte, drenando en dirección predominante sureste varios municipios.

Sabana Orocueseña Foto Periódico Hoy es Viernes.

Límites del municipio
Orocué se encuentra ubicado en el Departamento de Casanare, a 5° 24´ de Latitud Norte y 71° 43´ Longitud Oeste. Presenta una altitud de 187 m.s.n.m y una temperatura media de 26° C. Orocué es un municipio predominantemente de sabana , con una extensión de 41.777 km2., con suelos comprendidos entre las Clases IV y VIII según clasificación de IGAC, donde se desarrolla principalmente la actividad pecuaria, y en las zonas de las riberas de los ríos Meta y Cravo Sur, la actividad agrícola. Limita por el Norte con el municipio de San Luis de Palenque y el municipio de Yopal, por el sur con el Departamento del Meta, por el Oriente con el Departamento del Vichada y por el Occidente con el municipio de Maní.

Caimanes en el Rio Meta. Foto: Periódico Hoy es Viernes.

Orocue la ruta turística inspirada en ‘La vorágine’

Este 2024 se celebra el centenario de uno de los libros más importantes de Colombia y América Latina en el siglo XX: La vorágine, del escritor, abogado y político huilense José Eustasio Rivera.

La importancia de esta obra en la cultura e historia del país dio origen a una iniciativa turística en la región de la Orinoquía colombiana y a distintas manifestaciones académicas y culturales en gran parte del territorio nacional.

La obra, que cuenta las desventuras de Arturo Cova y su amor prohibido, Alicia, está más vigente que nunca gracias a una innovadora estrategia de turismo literario en los departamentos del Meta y Casanare. Gracias a este proyecto La vorágine ya no solo se lee, también se vive.

Territorio La Vorágine: llano y selva es el nombre de la ruta turística que sigue los pasos de José Eustasio Rivera por estos territorios, para dar a conocer el impacto del autor y de su obra en el desarrollo de la región y contribuir a darle un impulso al turismo local.

Malecón de Orocue Casanare- Foto: Periódico Hoy es Viernes.

“Es un producto turístico de iniciativa privada regional que busca promocionar, posicionar y comercializar el territorio, aprovechando la innovación del turismo literario con la obra más trascendental de llano y la selva que se ha escrito en el continente y que permite que, a través de ella, el visitante realice una inmersión total en la naturaleza, la cultura y las costumbres, haciendo memoria histórica de los conflictos socioeconómicos y llevándose una experiencia de belleza única y la certeza de comprometerse con una paz verdadera que trascienda al país y al mundo”, explicaron desde el Macroclúster Turístico de Oriente (MTO).

La cuna de ‘La vorágine’

“Cuando José Eustasio llegó en 1918 a Orocué, conoció el Llano. Había venido en 1916 a Villavicencio, pero al llegar a Orocué vió lo que era un amanecer llanero, un atardecer, la cultura. Eso le impactó. Además, conoció a Luis Franco Zapata y a su esposa Alicia, quien le contó su verdadera historia de amor y esto inspiró el romance del libro. Luis Franco también le habló de los ríos de la Orinoquía, de las caucheras, aunque José Eustasio ya iba enterado de lo que sucedía con el comercio del caucho. Aquí se gesta la obra, nace La vorágine, y creo que eso le otorga una importancia a Orocué en la génesis del libro”, explicó Carmen Julia Mejía, directora de la Fundación Isana y la Casa Museo La Vorágine.

Estatua de José Eustasio Rivera en Orocué, Casanare.

Quienes visiten Orocué pueden descubrir monumentos y esculturas en honor a la novela en el Parque La Vorágine y visitar la Casa Museo, también conocida como Casa de la Familia Amézquita. Una construcción que data de 1898 y pertenecía a Teodoro Amézquita, amigo y colega de Rivera, quien le permitió hospedarse en ella mientras escribía. Aquí se conserva tal cual la ambientación y los elementos usados por el autor, además de objetos cotidianos de inicios del siglo XX.

“La Casa Museo tiene tres salones expositivos: el salón José Eustasio, el salón Isabel Amézquita y el Salón de la Memoria. Tenemos un guión museográfico aprobado por Cocrea para que el recorrido sea más interactivo y didáctico que académico. Quienes nos visiten se encontrarán con una casa de la época que conserva muy bien sus materiales, y con esa atrapadora historia del por qué somos cuna de La Vorágine”, señaló Mejía Amézquita.

El Ministerio de las Culturas, los Artes y Saberes declaró el 2024 como el año de La vorágine, en el marco del cual se realizarán actividades conmemorativas en todo el país.

Por ejemplo, la presentación de la Biblioteca La Vorágine, una colección de diez títulos alegóricos disponibles en todas las bibliotecas públicas del país. En colaboración con la Universidad de Los Andes, también se dictará la Cátedra Vorágine, con módulos en lugares de la región que se mencionan en la novela.

Igualmente, en Leticia se realizará la primera Feria Itinerante del Libro del Amazonas con La vorágine como protagonista y el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata ofrecerá presentaciones culturales sobre el universo de esta novela y la conexión del Amazonas con el planeta.